
Un vecino colocó en cartelera un interesante artículo en torno a las mascotas en los edificios residenciales. La pregunta de entrada es: “¿Prohibido tener mascotas?”, a lo que se responde de manera enfática: “Nadie puede prohibir su tenencia”. Sin embargo, aclara: “Lo que si puede la junta, y debe, es regular la tenencia de mascotas. Para evitar que perturben la tranquilidad o amenacen la seguridad de la comunidad. Por cierto, en muchos municipios existe una Ordenanza de Convivencia Ciudadana y en bastantes una ordenanza específica que norma la presencia de las mascotas” (Ver artículo en Micondominio.com)
La Ley de Propiedad Horizontal vigente establece que todo el mundo es libre de tener sus mascotas, siempre y cuando no perturben la tranquilidad. De acuerdo con su artículo 3, el uso y disfrute de cada apartamento –entre otras cosas– está sometido a la norma de “no producir ruidos, molestias ni daños, ni ejecutar actos que perturben la tranquilidad de los propietarios, amenacen su seguridad o afecten la salud pública”.
Un artículo de El Nacional es revelador: “Si bien unos son más flexibles que otras en cuanto a la tenencia de mascotas, al final, la mayoría de los condominios beneficia a quienes viven sin ellas”.
El mencionado artículo recuerda lo que ocurre en el ámbito municipal. La ordenanza de Chacao, por ejemplo, penaliza con entre tres y cinco unidades tributarias a los dueños que no recojan los excrementos; así como con entre seis y ocho unidades tributarias a quienes paseen perros sin bozal. Los infractores deben asistir a cursos sobre protección y cuidado animal y, en ocasiones, las faltas cometidas pueden acarrear la retención del animal.
Vale la pena que aquellos que tienen mascotas revisen la nueva Ley para la Protección de la Fauna Doméstica Libre y en Cautiverio, que en su artículo 18 dicta: “Toda persona que ejerza la propiedad o tenencia de animales domésticos está obligada a brindarle protección… además de evitar la generación de riesgos o daños a terceras personas y bienes”.
En todo caso, debe prevalecer el amor por el animal, pero también por el otro, por un ser humano que no tiene por qué tolerar pisar un orine de perro o gato en las áreas comunes, los malos olores generados por las heces animales o los ruidos por los ladridos de uno o más animales.
Las recomendaciones básicas serían:
- Todos los perros deben pasear con cadena. Los de razas agresivas deben salir con bozal.
- Los dueños deben llevar una bolsa para recoger las heces de sus mascotas.
- Evitar que los perros permanezcan solos en casa, o educarlos para que no lloren.
- Los propietarios deben ser cuidadosos con la higiene para evitar malos olores.
- Asistir a los operativos de vacunación y desparasitación que organizan las alcaldías.